¿TE ACUERDAS, “VENENO”…?
Claudio Araya Villalonga
¿Te acuerdas, “Veneno”… de la María Elena, de la “Chica” Susana, de la Miriam y sus piernas tan largas que llegaban al suelo?... de la Yubitza y sus tremendos ojos verdes, de la “Loca” Patty, de la “China” y tantas otras?... Cómo nos reíamos con sus estupideces cuando trataban de hacer la noche más corta mientras llegaban los clientes?... ¿Y del maricón Toño?.... cuando, por ayudar a su jefe a sacar al “Jaiva” de la pieza de la Paulina –donde se metía a la mala, eludiendo pagar- le erró la patada que iba dirigida al “Jaiva” y se la puso en el pecho al gordo. ¿Y de cuando nos escondíamos con el Dany, detrás del escenario y te quedabas solo tocando y cantando… y nosotros escondidos allí donde tenía su cama el Toño donde una vez, de puro bebido que estaba me quedé dormido y el gay creyó que lo estaba esperando? Te acuerdas de la loca Erika, que una noche le dio por debutar con un striptís y, justo cuando estaba en la mejor parte (haciendo el ridículo porque no tenía ninguna gracia) entraron al local el “Pichí”, el “Quijote” y el “Chaplín”, y al verla haciendo el loco, la sacaron a la calle en la misma alfombra que estaba haciendo la perfomance? Estés donde estés “Veneno”, no puedes haberte olvidado. Fueron tantas y tantas cosas que pasamos juntos y no porque te hayas adelantado un poco en la partida te vas a olvidar. Tienes que seguir recordando hasta que ya tampoco esté y nos encontremos de nuevo, allí, donde volveremos a ser jóvenes y sanos, ingrávidos, sin remordimientos, sin cargas que soportar y con el único propósito de pasarlo bien. Lo más probable es que encontremos también a algunas de las que nos acompañaron y estarán igualmente jóvenes y bellas y les tocaremos y cantaremos canciones que las enamorarán, como antes. Y talvez, hasta logremos armar un buen grupo porque… no olvides que por ahí deben andar: el Jaime Mánquez tocando su teclado, los trompetistas que vinieron de Santiago, el “guatón Pepe” y el “guatón” Lucho Ramón, el flaco Latuz y hasta el viejo Lira, ese que parecía que no se iba a morir nunca y... tantos otros que ya se fueron.
Bueno “Veneno”, no te aburro más. Hasta que nos veamos de nuevo y… ¡¿no te olvides, ah?!
Claudio Araya Villalonga
¿Te acuerdas, “Veneno”… de la María Elena, de la “Chica” Susana, de la Miriam y sus piernas tan largas que llegaban al suelo?... de la Yubitza y sus tremendos ojos verdes, de la “Loca” Patty, de la “China” y tantas otras?... Cómo nos reíamos con sus estupideces cuando trataban de hacer la noche más corta mientras llegaban los clientes?... ¿Y del maricón Toño?.... cuando, por ayudar a su jefe a sacar al “Jaiva” de la pieza de la Paulina –donde se metía a la mala, eludiendo pagar- le erró la patada que iba dirigida al “Jaiva” y se la puso en el pecho al gordo. ¿Y de cuando nos escondíamos con el Dany, detrás del escenario y te quedabas solo tocando y cantando… y nosotros escondidos allí donde tenía su cama el Toño donde una vez, de puro bebido que estaba me quedé dormido y el gay creyó que lo estaba esperando? Te acuerdas de la loca Erika, que una noche le dio por debutar con un striptís y, justo cuando estaba en la mejor parte (haciendo el ridículo porque no tenía ninguna gracia) entraron al local el “Pichí”, el “Quijote” y el “Chaplín”, y al verla haciendo el loco, la sacaron a la calle en la misma alfombra que estaba haciendo la perfomance? Estés donde estés “Veneno”, no puedes haberte olvidado. Fueron tantas y tantas cosas que pasamos juntos y no porque te hayas adelantado un poco en la partida te vas a olvidar. Tienes que seguir recordando hasta que ya tampoco esté y nos encontremos de nuevo, allí, donde volveremos a ser jóvenes y sanos, ingrávidos, sin remordimientos, sin cargas que soportar y con el único propósito de pasarlo bien. Lo más probable es que encontremos también a algunas de las que nos acompañaron y estarán igualmente jóvenes y bellas y les tocaremos y cantaremos canciones que las enamorarán, como antes. Y talvez, hasta logremos armar un buen grupo porque… no olvides que por ahí deben andar: el Jaime Mánquez tocando su teclado, los trompetistas que vinieron de Santiago, el “guatón Pepe” y el “guatón” Lucho Ramón, el flaco Latuz y hasta el viejo Lira, ese que parecía que no se iba a morir nunca y... tantos otros que ya se fueron.
Bueno “Veneno”, no te aburro más. Hasta que nos veamos de nuevo y… ¡¿no te olvides, ah?!
No hay comentarios:
Publicar un comentario